El dolor articular y en los tejidos blandos (tendones, bursas) puede ser incapacitante. Cuando los medicamentos orales ya no son suficientes, las infiltraciones articulares se presentan como una herramienta poderosa y precisa en el arsenal de la ortopedia moderna.
Una infiltración consiste en inyectar medicamentos o sustancias bioactivas directamente en el foco del problema—una articulación, bursa o vaina tendinosa—para lograr un alivio rápido y localizado de la inflamación y el dolor.
Utilizo las infiltraciones tanto con fines terapéuticos (alivio) como de bioestimulación:
A. Infiltraciones Terapéuticas Clásicas
Corticoesteroides (Antiinflamatorios):
Mecanismo: Potente antiinflamatorio que reduce la hinchazón e irritación dentro de la articulación.
Objetivo: Ofrecer un alivio prolongado, permitiendo al paciente iniciar o retomar la fisioterapia.
Ácido Hialurónico (Viscosuplementación):
Mecanismo: Un componente natural que actúa como lubricante y amortiguador dentro de la articulación (principalmente rodilla).
Objetivo: Mejorar el movimiento y reducir el dolor en casos de artrosis leve a moderada.
B. Medicina Regenerativa (Plasma Rico en Plaquetas - PRP)
¿Qué es el PRP? Es una concentración de plaquetas obtenidas de la propia sangre del paciente. Las plaquetas contienen factores de crecimiento que son liberados al ser inyectados.
Mecanismo: El PRP actúa como un bioestimulador, ayudando a iniciar o acelerar la reparación natural de los tejidos dañados.
Objetivo: Se utiliza para tratar lesiones crónicas de tendones (tendinopatías), ligamentos y, en ciertos casos, artrosis leve a moderada, buscando una alternativa más biológica.
Las infiltraciones son una excelente opción de tratamiento intermedio para las siguientes condiciones que manejamos en consulta:
-Rodilla: Artrosis (desgaste del cartílago), tendinitis rotuliana, bursitis
-Hombro: Tendinitis del manguito rotador, bursitis subacromial
-Cadera: Artrosis de cadera, bursitis trocantérea
-Mano y Codo: Epicondilitis (codo de tenista/golfista), tenosinovitis, dedo en gatillo, síndrome de túnel del carpo.
La clave para el éxito de una infiltración es la precisión. La inyección debe depositar el medicamento o el PRP exactamente donde se origina el dolor.
Técnica Controlada: Utilizo referencias anatómicas o, en casos complejos, la infiltración se realiza con guía ecográfica o fluoroscópica para asegurar la colocación óptima de la aguja, maximizando la efectividad del tratamiento regenerativo o terapéutico.
Seguimiento Integral: La infiltración se integra siempre en un plan de manejo terapéutico más amplio, que incluye fisioterapia y seguimiento para una recuperación completa.