Una fractura (hueso roto) o una luxación es una emergencia médica que genera mucha alarma. Actuar correctamente en los primeros minutos es crucial para evitar mayores daños, reducir el dolor y facilitar el trabajo del equipo de urgencias.
Como Ortopedista y Traumatólogo, mi recomendación siempre es mantener la calma y seguir estos pasos mientras se organiza el traslado al centro médico.
El manejo inicial de una fractura se basa en el principio de inmovilización y control de riesgos:
Evalúe la Situación y Pida Ayuda:
Asegúrese de que el entorno es seguro. Si la persona está consciente, tranquilícela.
Llame a los servicios de emergencia (911 en Costa Rica) o coordine el traslado inmediato a un centro de salud.
Inmovilización (Lo Más Importante):
NO intente realinear el hueso. Nunca intente enderezar un miembro o empujar un hueso que ha salido de la piel.
Inmovilice en la Posición Actual: Utilice una férula improvisada (tablas, cartón, revistas) o simplemente ate el miembro lesionado a una parte sana del cuerpo (ej. atar una pierna fracturada a la pierna sana). El objetivo es evitar el movimiento de las articulaciones por encima y por debajo del sitio de la lesión.
Control de Hemorragias (Si hay herida abierta):
Si la fractura es expuesta (el hueso perfora la piel), cubra la herida con un paño limpio o estéril.
Aplique presión suavemente alrededor de la herida para controlar el sangrado, pero nunca directamente sobre el hueso expuesto.
Hielo y Elevación:
Aplique una bolsa de hielo envuelta en una toalla sobre la zona para reducir la inflamación y el dolor.
Eleve la extremidad si es posible, siempre y cuando esto no cause dolor adicional.
Evite el Masaje o Frotar: Esto puede empeorar el desplazamiento de la fractura y causar más daño a los tejidos circundantes.
No Administre Alimentos ni Bebidas: Si el paciente necesita una cirugía de emergencia (y no lo sabemos), debe tener el estómago vacío por seguridad.
No Confíe en el "Solo es un Golpe": Solo un estudio radiológico puede descartar una fractura. Si hay dolor, hinchazón y dificultad para usar el miembro, debe buscar atención ortopédica.
El Ligamento Cruzado Anterior (LCA) es el estabilizador principal de la rodilla y su lesión (generalmente un desgarro o rotura) es una de las catástrofes más temidas en deportes como el fútbol, baloncesto, esquí y running.
Aprovechando mi interés en el deporte y mi especialidad en rodilla, mi enfoque es doble: tratar la lesión una vez ocurre y, lo que es más importante, educar sobre la prevención.
La mayoría de las lesiones del LCA no son por contacto, sino por movimientos dinámicos específicos:
Frenado Brusco: Detenerse rápidamente al correr.
Cambio de Dirección con el Pie Fijo: Girar el tronco mientras el pie permanece anclado al suelo.
Aterrizaje Incorrecto: Caer de un salto con la rodilla recta y en hiperextensión.
La prevención eficaz se centra en el entrenamiento neuromuscular para enseñar al cuerpo a aterrizar y girar de forma segura.
Fuerza y Equilibrio de la Cadena Posterior:
El Músculo más Importante: Fortalecer los isquiotibiales (parte posterior del muslo) y los glúteos. Unos glúteos débiles obligan a la rodilla a colapsar hacia adentro (valgo dinámico), poniendo tensión en el LCA.
Ejercicios Clave: Squats y lunges (desplantes) con técnica perfecta.
Entrenamiento Pliométrico (Aterrizaje Seguro):
El cuerpo debe aprender a absorber la energía del salto. Practique aterrizajes con ambas rodillas y luego con una sola, asegurándose de que la rodilla se doble ligeramente (amortigüe) y no se colapse hacia adentro.
Control y Conciencia Corporal (Propiocepción):
Ejercicios de equilibrio en superficies inestables (ej. un cojín o colchoneta) para mejorar la comunicación entre los nervios, los músculos y el cerebro. Esto le da a la rodilla un "sensor de estabilidad" rápido.
Si usted es un atleta que ha sufrido un esguince de rodilla o siente inestabilidad (sensación de que la rodilla "se va"), no espere. Una evaluación temprana puede identificar debilidades musculares y prevenir una lesión devastadora del LCA.