El dolor que afecta la columna vertebral, ya sea en la zona lumbar (espalda baja, Lumbalgia) o en la cervical (cuello, Cervicalgia), es una de las principales razones por las que las personas buscan atención médica. Estas condiciones, aunque frustrantes, tienen soluciones efectivas que comienzan con un diagnóstico preciso.
Como Ortopedista y Traumatólogo, mi enfoque es ir más allá del síntoma, identificando si la causa es puramente mecánica (músculos, articulaciones) o si existe una compresión nerviosa (ej. hernia discal) que requiera un manejo especializado.
Aunque ambos son dolores de columna, se manifiestan de manera diferente:
El Dr. Aria Ravery prioriza el tratamiento menos invasivo y personalizado para la columna, utilizando la cirugía solo cuando es absolutamente necesario.
1. Manejo Conservador y Terapéutico (La Primera Línea)
La mayoría de los episodios agudos de dolor de columna mejoran sin cirugía. Nuestro enfoque incluye:
Terapia Física Especializada: Programas de ejercicios y estiramiento diseñados para fortalecer los músculos centrales (core) y mejorar la postura, brindándole estabilidad a la columna.
Manejo Farmacológico: Uso estratégico de medicamentos antiinflamatorios y relajantes musculares para controlar el dolor en la fase aguda.
Asesoramiento Ergonómico: Recomendaciones para ajustar su postura en el trabajo y en casa, previniendo la recurrencia del dolor.
2. Procedimientos de Mínima Invasión en Consultorio
Cuando el dolor es persistente y las terapias no son suficientes, recurrimos a intervenciones dirigidas con gran precisión:
Infiltraciones Específicas: Inyecciones guiadas (a menudo con fluoroscopia o ecografía) para administrar medicamentos antiinflamatorios directamente en el origen del dolor.
Infiltraciones Epidurales: Cerca de la raíz nerviosa afectada por una hernia o estenosis.
Infiltraciones de Facetas Articulares: Para la artrosis de las pequeñas articulaciones de la columna.
3. Cirugía Ortopédica de Columna (Casos Seleccionados)
La cirugía es una opción cuando el dolor está causado por una compresión nerviosa grave o inestabilidad, y ha fallado consistentemente a todo tratamiento conservador. Mi formación en Ortopedia y Traumatología me permite identificar cuándo remitir o manejar estas condiciones, buscando:
Descompresión Nerviosa: Liberar las raíces nerviosas atrapadas.
Estabilización Vertebral: Corregir inestabilidades causadas por trauma o desgaste severo.
Busque atención inmediata si experimenta, además del dolor:
Pérdida súbita de fuerza en brazos o piernas.
Incapacidad para controlar esfínteres (vejiga o intestino).
Dolor de espalda severo después de un trauma o caída.